¡Hola!
Estas son las frases, citas y reflexiones sobre el tema que nos ocupa: la educación del sentido común (respeto, coherencia, empatía y amor incondicional) que he publicado en las redes de Edurespeta entre el lunes 27 de agosto y el domingo 2 de septiembre. ¡Espero que te sirvan de inspiración y ayuda! 😊
Educar no es manipular
Una persona manipuladora es aquella que…
– Te hace dudar de tus capacidades y hasta llegas a creerte no capaz de algunas cosas
– Intenta convencerte de lo que es mejor para ti que, casualmente, es lo que ella desea
– Te hace sentir inferior o menos válido que otros
– Se ocupa de que te sientas culpable si algo no ha salido como ella quería
– Necesita controlarte
– No tiene empatía contigo
– Tiene poca autoestima y poco autocontrol, y lo paga con el resto
– Mucha frustración interior que paga con los más débiles
– No sabe resolver conflictos ni buscar soluciones de manera comprensiva y calmada
– Cero asertividad
Las pautas que dan en psicología para cuando somos adultos y nos encontramos con este tipo de personas y poder zafarnos así de ellas, son, entre otras, recordar que… * Tienes derecho a ser tratado con respeto
* Tienes derecho a expresar tus emociones, opiniones e ideas
* Tienes derecho a defenderte de las agresiones psicológicas y físicas
* Tienes derecho a NO sentirte culpable por las emociones del otro
* Mantén la distancia con estas personas
Es curioso como queremos que de adultos nuestros hijos e hijas no topen con estas personas y que tampoco sean de este modo, pero sin embargo, les educamos mediante la manipulación… un túnel sin salida del que encontrar un pequeño agujero alternativo resulta muy muy difícil y un gran trabajo interior cuando se han dedicado a manipularte toda la vida.
Conoce bien lo que son los castigos
Castigar a los hijos e hijas no es educar. Lo que haces mediante los mismos es obligarles a que hagan lo que tú quieres, sin comprensión ni entendimiento, actúan por miedo.
Los niños que son castigados no tiene ninguna reflexión sobre lo que hacen o dejan de hacer, simplemente, integran más rabia, frustración e impotencia que, como consecuencia, genera más desconexión con los padres y, por tanto, menos harán lo que se les pide porque, básicamente, no están motivados de verdad, su único interés es tener la aprobación o no de los padres.
Los castigos generan grandes consecuencias negativas en los niños, entre ellos: miedos, inseguridad, baja autoestima, ansiedad, estrés, desconocimiento de sí mismos y de sus necesidades reales, nervios, malestares continuos, desconocimiento de sus emociones, no comprender los valores entre personas, no respetar a los demás ni respetarse a sí mismos, etc.
Las consecuencias, son exactamente lo mismo. Castigos disfrazados bajo un nombre moderno y “casual”, pero generan lo mismo. Poner una consecuencia como adulto, bajo su punto de vista, sus emociones, sus decisiones… hacia algo que dice o hace un niño, es castigar. Y tiene exactamente los mismos resultados negativos.
Es lo mismo castigar a tu hijo sin ir al parque porque no ha hecho los deberes, que decirle que al no haber hecho los deberes, como consecuencia de ellos no puede ir al parque.
Lobo disfrazado de cordero.
Hay quien piensa que los niños “deben aprender a comportarse”,y lo cierto es que los niños solo aprenden a respetar y a ser respetados si son respetados por sus padres. Teniendo un buen ejemplo.
Si en vez de preocuparte por lo que hacen o dicen “mal” tus hijos e hijas, te centras en conectar con ellos y con sus emociones, en empatizar, escuchar, atender, acompañar emocionalmente, respetar… verás que no hace falta imponer nada a los hijos, que todo se aprende, que los únicos enemigos de una educación basada en el respeto entre ambos, somos los adultos, sin duda.
Jamás puedes aprender algo que no ves, que no sientes, que no vives.
La luz se encuentra en las sombras
Es muy duro despertar, es muy duro darte cuenta de tu realidad más íntima si no es la que esperabas.
Muchas personas defienden una forma de educar obsoleta y basada en las exigencias, la autoridad y los castigos (entre otras muchas cosas negativas) solo porque ellos lo hacen y no conciben otra manera que no sea la que realizan, porque pensar que lo hacen mal, les daña profundamente.
Muchas de estas personas han sabido salir de ahí, se han unido a mis aprendizajes y han reconocido que dentro de su corazón, sabían que debía haber otra manera, que existiría otra forma…
Despertar tu conciencia y dar el paso de cambiar, suele ser doloroso, un camino de sombras en el que quisieras volver atrás y poder seguir haciendo lo que hacías, ser el que eras sin saber nada más, tapando tus ojos y tus oídos, quedándote en lo conocido cómodamente y fingir felicidad… Pero eso ya no es posible, no hay vuelta atrás, la verdad está en tu mente y en tu corazón ❤️❤️
Con mi formación aprenderás a despertar y no debes temer a nada, educar respetando no es educar a niños salvajes, sin normas, desafiantes y perversos… sino todo lo contrario. Un mundo de transformación en que serás realmente la madre/padre que deseas y que tus hijos necesitan, un mundo en el que habrán momentos difíciles y adversidades, porque la vida no es de color de rosa, pero tendrás las herramientas necesarias para superarlos con resiliencia enseñándosela así a los que más quieres.
Tus hijos e hijas aprenderán a vivir sus vidas desde el respeto, un derecho que deberíamos tener todos.
El esfuerzo es el camino al éxito
Cambiar la manera de educar, no es algo fácil. Lo tenemos muy arraigado en nuestro interior y parece que nunca vayamos a ser capaces de conseguirlo.
Es posible educar SIN:
CASTIGOS, GRITOS, AMENAZAS, CHANTAJES, INCOHERENCIAS, AUTORIDAD Y MANDO, CONTROL, IMPOSICIÓN, EXIGENCIAS…
Es posible educar CON:
SENTIDO COMÚN, AMOR INCONDICIONAL, RESPETO, TOLERANCIA, PACIENCIA, AMABILIDAD, COHERENCIA, HONESTIDAD…
Educar en el respeto NO es educar en el libertinaje, los niños aprenden una nueva forma de ser tratados y de tratar a los demás e integran las normas de convivencia como una parte más de su aprendizaje de vida.
No es magia, es un trabajo profundo por parte de los padres con resultados desde el primer día. Porque a todos nos gusta que nos traten bien
El respeto no es libertinaje
Uno de los miedos más comunes es pensar que educando con respeto, no educas, sino que tus hijos se vuelven unos salvajes, faltos de valores, de principios y de sentido común. Que se tornan tiranos, desafiantes y maleducados.
Nada más lejos de la realidad. Cuando educamos respetando a nuestros hijos e hijas, lo que logramos es:
– Comunicar y tener unos límites que realmente necesitan según su desarrollo y su etapa vital
– Que nuestros hijos sean personas que respeten y se respeten, entendiendo y valorando a todas las personas y seres
– Con unos padres que no pierden los nervios ante cosas de niños, sino que saben apartar sus emociones de las de sus hijos y acompañarles emocionalmente.
– Ellos son niños felices, con motivaciones reales, empáticos, coherentes, honestos, tolerantes, amables, que expresan sus emociones y comprenden a los demás.
– Etc.
Abrazos