Estas son las frases, citas y reflexiones sobre el tema que nos ocupa, la educación del sentido común (respeto, coherencia, empatía y amor incondicional) que he publicado en las redes de Edurespeta entre el lunes 29 de enero y el domingo 4 de febrero. ¡Espero que te sirvan de inspiración y ayuda!
Educar a los hijos de manera positiva y empática tiene una recompensa muy grande
Muchas personas me comentan que “es muy fácil decirlo pero difícil hacerlo” y siempre les contesto que NI SIQUIERA DECIRLO ES FÁCIL.
Nos han acostumbrado a no entender a los hij@s, a pedirles más de lo que pueden y deben, a pensar en su futuro olvidándonos del presente, a querer que sean adultos “de bien” sin darnos cuenta que sin amor incondicional, empatía y respeto, nunca lo serán…
La recompensa es simplemente esa: hijos/as felices en el presente y en el futuro, personas que serán lo que realmente quieran ser, respetándose a sí mismos y a los demás.
Sigue siempre adelante, por tus hijos y por ti
Educar con confianza no es educar en la permisividad
Muchas personas me escriben preocupadas por esto… Piensan que educar con cariño, respeto, amor incondicional, apoyo emocional, etc. Es educar en la permisividad y en el libertinaje. Que de esta manera harán de sus hijos/as personas que no valoran nada, que pasan de todo y que serán egoístas e incluso violentos.
Nada más lejos de la realidad. Los niños/as son básicamente, como nosotros. Cuanto más apoyo tenemos en las adversidades, más fuertes nos sentimos para enfrentarlas y superarlas.
No te confundas nunca, educar con respeto es lograr que tus hijos se respeten a sí mismos y respeten a los demás. Personas con buena autoestima, con motivación ante la vida, con conocimiento de sus emociones, con actitud positiva, con control de su vida, con herramientas para los malos momentos… para ser felices al fin y al cabo.
Ya sabes que empezamos formación el 15/2, y que no es una formación cualquiera, es una formación que cambiará tu vida y la de tus hijos/as, para siempre. Con la que ahorrarás muchos dolores de cabeza en la educación de tus hijos/as y mucho dinero invertido para poder superar cosas personales y familiares que podrías haber evitado y/o arreglado desde casa, y además de manera sencilla.
Chantajear no es la solución
¿De dónde sacamos la idea de que para lograr resultados positivos en cuanto a la educación de los hijos/as debamos hacerles sentir mal?
Todo es cuestión de sentido común, y de integrar que se puede aprender lo mismo, sin sufrir.
Las carencias emocionales que llevamos encima por haber sido educados en la exigencia, autoridad y mando, castigos, gritos, cachetes, amenazas, comparaciones, miedos, abandonos emocionales, etiquetas… se arrastran de por vida. En forma de poca autoestima, miedos, rabia interior, desmotivación, ansiedades, adicciones, etc.
Aprende, cambia y mejora, NUNCA ES TARDE.
Castigar NO es educar
Cuando castigamos, gritamos, amenazamos, exigimos, chantajeamos, nos burlamos, etiquetamos, comparamos a nuestros hijos/as… por mucho que nos empeñemos en pensar que es bueno para ellos, que les estamos educando y que así se curten para las situaciones difíciles… NO ESTAMOS EN LO CIERTO.
Utilizando estas maneras lo único que hacemos es fomentar incoherencias en nuestros hijos/as, desconexión, falta de autoestima, desmotivación ante el día a día, tristeza, rabia contenida, y un largo etcétera. Tenemos que enseñar sin hacer daño y así es como integrarán los aprendizajes, respetando y siendo respetados. Supone un gran trabajo adulto con un gran recompensa, además de por vida.
Cuestiona lo establecido
Da vértigo cuestionarse lo socialmente impuesto. Da miedo no castigar ni gritar a los hijos/as porque piensas que se te van “a subir a la chepa” y van a necesitar que venga “Hermano mayor” a casa.
No nos damos cuenta que los hij@s tratados mediante castigos, amenazas, gritos, chantajes, comunicación violenta, exigencias, autoridad, falta de afecto y apoyo incondicional, desconfianza, incoherencias, rincones de pensar, etc. Son precisamente los que desarrollan carencias emocionales.
Muchas personas fuimos educadas así y reconocemos el trabajo que cuesta llegar a quererse y a encontrarse uno mismo… así que por favor, nunca digas que te educaron de manera no respetuosa y “no tienes ningún trauma” porque todo queda. Puedes tener adicciones (a la comida, al tabaco, a los refrescos, a la tele…), ansiedades y miedos, falta de autoestima, rabia, inseguridades… y por supuesto, entre otras muchas cosas, puedes haber acarreado estas carencias emocionales a tu manera de educar; y te ves, sin darte cuenta, educando como dijiste que jamás educarías.
Trata a tus hijos/as como te gusta ser tratado/a. Empezamos un profundo viaje el 15 de febrero y tu plaza te está esperando; recuerda que el acceso a la formación es de por vida y las herramientas que se aprenden te servirán para todas las áreas de tu vida, así como para todas las etapas de desarrollo de tus hij@s. No es magia, es coherencia, empatía, sentido común y amor. Un cambio de paradigma, un “clic” en tu mente con el que nunca más educarás sin respeto.