¿ Alguna vez has ido a un centro comercial y no has desabrigado a tus hijos?.
Es un acto que observo año tras año, invierno tras invierno y me enfada muchísimo. Me enfada porque no nos damos cuenta de la poca capacidad de empatía y aceptación que tiene la mayor parte de la sociedad para con los niños.
¿ En algún momento pensamos que los niños no pasan calor?, ¿ que van a gusto metidos en un carro con bastante ropa, abrigo y además, el típico saco de invierno?, ¿ en serio puede alguien pensar que los niños tienen que ir abrigados en un sitio con la calefacción a tope?.
Un día de las pasadas navidades, estábamos mi pareja, Uriel y yo mirando cuentos en El Corte Inglés y el calor era sofocante. La calefacción estaba muy alta, supongo que porque hacía mucho frío fuera. Nosotros, llevábamos en las manos nuestras chaquetas y demás complementos de invierno, así como también, la ropa de abrigo de nuestro hijo. Al que además, remangamos, ya que incluso con jersey, hacía calor. Bien, pues de TODOS los niños que vimos, NINGUNO iba sin abrigo. ¿Cómo puede ser eso cierto?, puede que te preguntes… pues SÍ, todos los niños con sus abrigos puestos, a puntito de “criar pollos”.
La familia que más nos impactó, fue una familia de: madre, padre, niño bebé de unos 4 meses y niño mayor de unos 4 años. Llevaban al bebé como si estuviera en el polo norte, dentro del carro; y el mayor, viendo libros el pobrecillo con el abrigo puesto y rojo como un tomate. Dijimos en varias ocasiones que el calor era sofocante, pero parece ser, que a ellos les importaba poco. Estos padres, también llevaban sus chaquetas puestas.
He querido plasmar los tres motivos principales por los que algunos padres no quitan los abrigos a sus hijos, con tal de abrir los ojos a todas aquellas familias que practiquen este deporte de riesgo:
- No se respetan ni a sí mismos: parece duro ¿ verdad?, pero es que es así. Cuando hay padres que llevan los abrigos puestos con tal de no quitárselos, con tal de no llevarlos en la mano porque “pesan”, no se están respetando a sí mismos ni a sus necesidades. ¿ Cómo van a fomentar que sus hijos tomen sus propias decisiones y se escuchen a sí mismos, si ni tan siquiera ellos lo hacen como padres?. Además, si haces esto, te estás faltando el respeto, estás pasando por alto lo que te indica tu cuerpo, para darle prioridad a la pereza. No puedes pretender, entonces, que tus hijos tengan ningún tipo de responsabilidad ni objetivos propios, porque tú mismo estás anteponiendo la comodidad, a tu bienestar real, y, por lo tanto, al de ellos.
- No tienen empatía ni con ellos mismos ni con sus hijos: este tipo de padres no se entienden a sí mismos, no se comprenden. Por eso, no tienen la capacidad de entender a sus hijos y a sus necesidades, así como no lograrán generar en sus hijos esta capacidad. ¿ Es que no pueden pensar en ningún momento que sus hijos son personas, de carne y hueso y tienen calor?. No son capaces de ponerse en la piel de sus hijos, porque ni siquiera se ponen en la suya.
- No son conscientes de lo poderoso que es el ejemplo en la educación de los hijos: los padres somos el espejo de nuestros hijos. Se apoyan en nosotros para aprender a caminar por la vida, y siguen nuestros pasos. El niño de 4 años del centro comercial, ya estaba físicamente preparado para quitarse el abrigo, pero, sin embargo, no tenía la personalidad suficiente para hacerlo. ¿ Por qué?, porque veía a sus padres con los abrigos puestos, entonces para él, era algo incoherente quitárselo, “-por algo lo harán”, pensaría. Ellos siguen nuestros pasos, sean cuales sean…reflexiona sobre ello y PIENSA antes de actuar.
Hay padres que, para hacer el tema todavía más escabroso, se quitan los abrigos ¡y al niño se lo dejan puesto!. Aquí demuestran quererse mucho a sí mismos, pero no cumplir con sus obligaciones como padres.
Para educar a nuestros hijos como realmente merecen y necesitan, tenemos que anteponer sus intereses a los nuestros. Es decir, aunque sea engorroso llevar la chaqueta encima, lo primero es que tu hijo/a se sienta bien, y su cuerpo esté en la temperatura adecuada.
Es muy injusto para tus hijos no pensar en ellos antes que en ti, porque tus hijos están aquí porque tú lo has decidido y tú debes ocuparte de su bienestar físico y psicológico. Y para ello, debes atender desde algo tan básico como quitarle el abrigo en un sitio en el que hace calor, hasta algo más comprometido con ellos y su futuro, como es el educarles con total respeto y comprensión.
Espero que después de esta lectura, nunca más vuelvas a dejarles a tus hijos el abrigo puesto, así como también, acordarte de quitarte el tuyo 🙂
Un abrazo de lunes y GRACIAS:
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Fundadora de Edurespeta, Escritora, Especialista en Educación basada en el respeto, la empatía, el acompañamiento, la lógica y la evidencia científica, creadora de la Educación Real®, Educadora, y Asesora – Formadora de familias y profesionales
2019 ©
parafina4@hotmail.com dice
totalmente de acuerdo, ya antes de abrir el articulo sabia que la PEREZA de los padres era el motivo, es triste. El viernes pasado fuimos al cine todo chicos( hermanos, hijos , cuñados y pareja) menos yo, y al acomodarnos todos como habiamos acordado antes d entrar entre todos ( niños por supuesto incluidisimos) , noté q la calefacción estaba alta, enseguida fui a mis niños y les quité capas hasta q se sintierón agusto. Yo soy incapaz de despreocuparme ni en lo más mínimo , aqui cada uno va a la suya y no ven que estas criaturitas dependen de nosotros por dios!! es algo q te parte el alma.
Y mucha más cosas q he visto tmb casualmente en la zona de palomitas del cine, gritos de madres a hijas , falta de respeto …uff la miré con una cara a la madre que a poco más me la como. Muchas gracias Tania por tu maravilloso trabajo, bss
Gema dice
Ni siquiera me había fijado! Supongo que porque no se me había pasado por la cabeza! Mi hijo de 13 meses es bastante caluroso y lo primero que hago al entrar en algún sitio es quitarle el abrigo (después el mío) es más, si por lo que sea tardo un poco en hacerlo se da tirones y me intenta llamar la atención. Además lo llevo en la mochila (porteo) por lo que ya nos damos calorcito mutuo, como para encima llevar ropa de más! A partir de ahora me acordaré de tu artículo cuando entre en algún sitio y vea a esas familias “tan frioleras”! Un saludo
Raquel dice
Ufff siempre lo hablo con mi marido, y en el coche también se ve a menudo, sentados en su sillita incluso con el gorro… parecen cosas nimias pero muestran mucho. Gracias por tu post Tania
Davinia dice
Si, a mi me ha llamado mucho la atención siempre el caso contrario, madres forradas hasta los dientes y los niños y niñas con unos calcetines hasta la rodilla y los pantaloncitos cortos o el vestidito con el cubre pañal.
Judith dice
Mil gracias por escribir este artículo. A mi me desespera cuando voy al supermercado y veo lo que acabas de describir. Totalme te de acuerdo contigo Tania. Olé tú!