Los niños son niños, no adultos en construcción

¿Cuántas veces has deseado volver a ser un niño?.

Por norma general, todos lo hemos pensado alguna vez.

Esa sensación de no tener preocupaciones ni obligaciones, de no tener que dar explicaciones ni pedir hipotecas. Esa sensación de libertad plena, de pensar sólo en el momento presente, en el ahora, y no esa necesidad de búsqueda constante del futuro idóneo.

Hoy en día, la gran mayoría de niños no experimenta esta sensación de libertad y de no preocuparse por nada; ya que tienen demasiadas obligaciones y muy poco tiempo para hacer lo que deberían: jugar.

Hoy quiero hablarte de uno de los primeros recursos que tienes que tener en cuenta a la hora de educar a tus hijos, y éste, es muy sencillo, tan sólo tienes que tratarles como lo que son: NIÑOS.

Los niños deberían dedicarse a ser niños y a disfrutar de una infancia feliz

Es un error muy grande exigir a los niños, ya sean pequeños o mayores, que se comporten como adultos y que hagan en todo momento lo que tú, como persona adulta, consideras que es correcto.

Te pongo alguno de los errores que cometemos al tratar a los niños como si fueran adultos:

• Querer que duerman solos desde temprana edad, cuando hasta nosotros dormimos acompañados.
• Esperar que reflexionen ante actos que creemos que son erróneos, tales como: saltar en el sofá con los zapatos puestos, meterse las manos sucias en la boca, gritar mientras los adultos hablamos, etc. Cuando éstos, son actos puramente lógicos e incluso necesarios en su afán de conocer y explorar el mundo.
• Exigir que recojan la habitación y hagan su cama: esto se consigue con el tiempo,  después de muchos años de habérselo visto hacer a sus padres y cuando les han acompañado poco a poco hacia este objetivo. Exigirlo y que además, haya un conflicto por ello, sólo les aporta más frustración, rabia y poca motivación hacia esta meta.
• Pedirles que gestionen bien su dinero ( su paga) y si se la gastan problema suyo es, cuando ni siquiera nosotros administramos correctamente nuestros gastos, o nos cuesta hacerlo.
• Requerir que saquen buenas notas porque es “su obligación”. El colegio debe ser una herramienta de aprendizaje más, con la que aprender sobre la vida y con la que sientan que sus padres les apoyan y respetan en sus diferentes motivaciones; sin exigir una nota concreta.
• Compararles con su primo porque hace las cosas mejor que él. Es que a ti te parece tan gratificante que te comparen con alguien a quien piensan que la vida le va mejor que a ti y te lo repitan siempre…¿no es agradable, verdad?.

Esta sociedad, quiere tener pequeños adultos en vez de niños. Y de verdad, piénsalo, es INCOHERENTE.

Los niños son niños, y lo que tenemos que hacer es acompañarles de manera correcta para que lleguen a ser los adultos que queremos que sean o lo que es mejor: que ellos se atrevan a ser, quien verdaderamente desean (no lo que marquen sus padres o el entorno).

El juego es la herramienta más importante de aprendizaje que existe, por lo tanto, los niños deberían practicarla libre y diariamente

Un ejercicio que me gustaría que pusieses en práctica a partir de hoy, es que NO le pidas ni exijas a tu hijo cosas que le pedirías a un adulto, ni esperes de tu hijo lo que esperarías de un adulto.

Si quieres aprender más sobre cómo acompañar de manera correcta y positiva a tus hijos, sin discusiones constantes y utilizando técnicas específicas que mejoren tu vida familiar…REALIZA tu preinscripción en la Formación Intensiva Edurespeta ( haz click encima de estas líneas). Empezamos en octubre, pero debido a que hay más de 800 personas interesadas, he tenido que realizar un periodo de prematrícula 🙂

Por lo tanto, siempre que vayas a corregir, rectificar o reñir a tu hijo, pregúntate si eso que hace es incorrecto para un niño o por el contrario, es incorrecto en la vida adulta. Y a partir de aquí, reflexiona, acompaña y gestiona la situación con serenidad, coherencia y empatía.

Si tu hijo llora porque quiere ir a ver a los patos del parque ( por el cual habéis pasado y ni siquiera habéis parado), vigila tus actos y acompaña sus emociones. Porque llorar por eso en un niño, es LO NORMAL, ya que es lo que desea en ese momento con todo su ser. Es tu trabajo como adulta, madre ( o padre) y guía, el acompañarle justamente ahí. También deberías plantearte si es tan difícil pasarse a ver los patos y así evitar el disgusto y lo que es mejor, dejarle ser niño, disfrutando con las cosas con las que disfrutan los niños y deseando las cosas que desean los niños.

Otro ejercicio práctico sería el de dejar de anteponer tus propios intereses y empezar a anteponer los intereses de tus hijos.

Hay padres que dicen que porque son padres no van a abandonar sus gustos, aficiones o intereses personales. Me parece bien, de verdad. Pero cuando eres madre/padre, eres madre/padre. Y tienes que responsabilizarte de que tu hijo llegue a ser un adulto FELIZ, RESPONSABLE, RESPETUOSO y LIBRE. Y esto, conlleva un esfuerzo. No es que tengas que abandonar tus aficiones, pero sí dejarlas para otro momento que no sea el mismo en el que puedes compartir con tu hijo un rato de juego y de amor.

Lo que hoy te recomiendo, lo resumo en esta imagen, que además te aporto en tamaño más grande para que puedas imprimirla y ponerla en la nevera:

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Muchas gracias por tu apoyo y por seguir aprendiendo, ya sabes que:  “Una educación respetuosa y acompañada: ¡es posible!”.

Un abrazo:

Fundadora de Edurespeta – Experta en Educación Respetuosa y Asesora Familiar