Hoy te traigo un artículo exprés para hablarte de algo esencial.
Es curioso cómo los padres no nos damos cuenta de lo importantes que somos para nuestros hijos, de la relevancia tan profunda que ejercemos sobre ellos.
Va pasando la vida, la infancia de las personas que más queremos, y no nos paramos a pensar en cómo los estamos ayudando o entorpeciendo en su camino.
Nos obcecamos en que vayan al mejor colegio, saquen las mejores notas, se laven los dientes tres o cuatro veces al día, saluden educadamente a todos los familiares y vecinos…, pero nos olvidamos de lo verdaderamente importante: el trato que les damos.
Quisiera que reflexionaras sobre cómo hablas/tratas a tus hijos y si crees que eres justa/o con ellos.
A veces tenemos malos días, lo sé. Pero todos los días no son malos y en muchas ocasiones, parece que con todo el mundo somos educados, menos con nuestros hijos.
Ellos te dicen cosas tales como:
- “Mamá mira, mamá mira que he hecho, mamá ¿te gusta?”. Y tú contestas: “queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé, ¿no ves que estoy ocupada y no puedo mirarte? Madre mía, ¡qué taladro!”.
- “Papá, una cosa, Juan, el de mi clase, se ha metido conmigo”. “¿Qué te ha dicho?”, le dices. ”Que soy un torpe porque todavía no sé montar en bici”. Sabio de ti, le contestas: ”Es que es lo que eres hijo, yo a tu edad ya sabía ir en bici hacía años. Juan tiene toda la razón”.
- “Papi, ¿qué has hecho para cenar?”. Respondes: ”Pues lo que me ha dado la gana, a ver si es que vamos a tener que hacer el menú que a la niña le convenga”.
- “Mamá, la tata me ha quitado mi juguete preferido”. Dices, ausente: ”De verdad, en qué momento se me ocurriría tener dos con lo pesados que son con los juguetes”.
- “Papá, papá, quisiera que los Reyes me trajeran una tablet”. Y dices: ”A ti carbón, que madre mía, no haces nunca caso”.
- “Mamá, ¿puedo apuntarme a natación con mi amiga Clara?”. Contestas: ”Sí, el banco hispano americano soy ahora. Céntrate en sacar buenas notas, que no vas a ser nadie en la vida como sigas así”.
Y podría ofrecerte una larga lista de actitudes similares a estas. ¿De verdad crees que esto es justo?
Lo peor de todo es que está tan integrado en la sociedad que es más común escuchar este tipo de cosas, que una conversación coherente, sana y serena de padres e hijos. Incluso hay personas que se lo toman a risa, como si los niños fueran los “últimos monos” de nuestro planeta (cuando, en realidad, son precisamente los primeros y más importantes).
Es relevante que tengas en cuenta que muchos de estos padres están atrapados en una falta de personalidad muy significativa en sus vidas:
- Algunos viven con parejas que no les llenan, a las queno son capaces de decir que ya no son felices a su lado.
- Agachan la cabeza en el trabajo, cuando un compañero insinúa alguna broma sobre ellos.
- No se atrevena decirle a su suegra eso que tanto les ha molestado.
- Siguen haciendo lo que sus amigos/conocidos ven correcto socialmente, y no realmente lo que quisieran.
- Odian a lo que se dedican, pero no logran evadirse del miedo a cambiar.
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Es decir, pagan todas estas emociones internas con sus hijos, todo lo que no son capaces de gestionar correctamente en sus vidas. Utilizan sus frustraciones en contra de sus hijos sin ni siquiera darse cuenta.
El problema más importante que tienen estas personas es que se creen superiores a sus hijos, que tienen poder sobre ellos, que con ellos pueden hacer y deshacer a su antojo; cosa que con otros no pueden. Y este es un gran error.
Hay que despertar, reflexionar, regresar a la Tierra. Podemos estar perdiendo la oportunidad de nuestra vida:
La oportunidad de educar, acompañar y guiar a las personas que más quieres, que más te necesitan, hacia una vida feliz, libre, responsable y coherente
Una vida en la que no tengan miedos impuestos, posean su personalidad real, sean asertivos, sepan dialogar, respeten y sean respetados, cumplan sueños, superen retos, integren las adversidades como oportunidades de aprendizaje, disfruten de cada momento, confíen y sepan desconfiar, valoren, estén motivados ante el presente y el futuro, tomen decisiones personales sin influencias, etc.
No malgastes esta gran ocasión enfocando tus carencias en tus hijos, ya que, de este modo, les cargas de carencias a ellos
Que no te engañen, los hijos no necesitan nada más que amor, respeto, comprensión y acompañamiento.
Y no creas nada cuando insinúen que con amor se vuelven violentos e indomables. Porque hay una realidad bien clara: el amor genera amor, la violencia genera violencia, las faltas de respeto generan faltas de respeto, el despotismo genera más despotismo…
Así que:
- Mide tus palabras: antes de hablar,piensa. Antes de decir algo de lo que puedas arrepentirte, reflexiona. Controla tu ira, tu rabia, tus emociones y sé consciente de que a quienes tienes delante es a tus hijos, no a tus enemigos.
- Trabaja tus carencias: si sabes que tienes cosas que pulir, que mejorar, que cambiar. Si hay cuestiones de tu pasado, de tu infancia, que tienes muy dentro y te paralizan, ponte a ello. Lee, investiga, reflexiona,busca ayuda, avanza y supera. Notarás un gran cambio en vuestras vidas.
- Nunca creas que eres superior a ellos, eres su guía no su “amo/a”:esta premisa hay que tenerla muy clara, hasta que no sea así, será imposible tratar a tus hijos como a iguales, como personas. Porque eso son, personas en crecimiento, en evolución… no títeres.
- Reflexiona sobre la vida que quieres junto a tus hijos: es tan fácil como plantearte qué es lo que quieres para tu vida y para la de tus hijos. Tener una vidaagobiada, estresada, sintiéndote siempre ahogada/o a la mínima; o una vida plena, con sus más y sus menos, pero plena, feliz, viva, llena. Y sabiendo que pones toda la carne en el asador para ofrecer a tus hijos lo mejor (emocionalmente hablando).
- ¡Adelante!, ve a por esta vida: este cambio está en tus manos, en las de nadie más. No te rindas, no desistas, no mires hacia otro lado. ¡Aprovecha la oportunidad, solo se presenta una vez en la vida de cada uno de tus hijos!
Sé que no es fácil, y que a veces el cansancio, el estrés y el día a día te alejan de tu objetivo. Pero, no te preocupes ni te sientas culpable, simplemente, levántate al día siguiente con ganas de hacerlo mejor, con ganas de ser realmente feliz junto a tus hijos.
Puedes hacerlo, confío en ello.
Muchas gracias por la lectura, un beso
Fundadora de Edurespeta, Educadora Experta en Educación Respetuosa, Asesora Familiar y Escritora
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Laura dice
Sinceramente este artículo me ha dejado con la boca abierta, puesto que es una realidad que está a la orden del día. He sentido mucha pena porque ellos son lo mejor de nuestras vidas y no nos damos cuenta de la falta que les hacemos por culpa de nuestros agobios y estrés, me ha dado mucho que pensar este artículo ya que soy mami de una princesa de seis añitos.
Niñ@ se es una vez en la vida.
Me ha encantado este artículo y creo que es de gran ayuda.
Maricarmen dice
Me a encantado la verdad y es la pura realidad vamos estresanos y lo pagamos se con eyos y es una pena porqe crecen volando y cuando nos damos cuenta vemos perdido su infancia dándoles xillios
Mar dice
Me ha encantado pero lo difícil es ponerlo en práctica, cuesta mucho. Sobretodo porque, como tú dices, estamos tan acostumbrados a escuchar todas esas frases que las vemos normales. En fin, seguiremos intentándolo y al final se conseguirá.
Gracias Tania, por tus artículos.
Linda dice
Muy cierto todo…se nos olvida que ellos tb son personitas y que nosotros somos si ejemplo..los años pasan rápido y cuando te quieres dar cuenta ya volaron…hay que aprovechar cada minuto de su infancia,ningún beso,caricia,risas serán demasiado…
Leila dice
Hoy he tenido un día muy agobiante y mi niño de 6años hoy no le a salido nada a En condiciones vamos que desde que nos hemos levantado hasta q los he acostado han sido enfados gritos.. ya que están acostados me pongo a pensar y sentirme mal xq no son cosas tan importantes no tenia q haberme enfadado tanto con el. Y además me encuentro este artículo 😓. Tengo que decir que he terminado llorando porque es la verdad. Pasa tan rápido y estamos centrados en sobrevivir que no vivimos , no disfrutamos de ellos. Hoy no he sido una buena madre…
Pero voy a hacer todo para mejorar por mi y sobre todo por ellos.
GRACIAS
patricia dice
Hola pues yo como madre,fallo mucho igual que mi pareja,tenemos un bebe de 1 año desde que nacio la mayor cambio muchisimo,y yo no me di cuenta;que era por mi,por falta de atencion ,y se volvio contestona,me pega y demas,y yo en vez de ayudar le grito,ahora estoy suavizando porque me di cuenta de que eso no te lleva a ninguna parte.gracias por tus palabras.