A muchos padres les preocupa enormemente “la preparación” que sus hijos tengan para la vida.
Piensan que es importante que estén preparados para la vida adulta que les espera, llena de competitividad, violencia, desengaños, esfuerzos, etc. Y que si les dan amor, mucho amor, no les están ayudando en esta capacitación.
Bien, esto es erróneo y además, ilógico. No hace falta mostrasles poco afecto o mucha autoridad a los niños para que se preparen para ser adultos; lo que hace falta es acompañarles y guiarles durante toda su infancia y juventud, para que lleguen a ser unos adultos felices y libres de tomar sus propias decisiones. Y, por supuesto, sabrán que existe la violencia, la competitividad, los desengaños….pero ni compartirán esto, ni lo fomentarán, ni lo llevarán a cabo.
Hay que guiar a los hijos durante toda su infancia y su juventud para que lleguen a ser unos adultos felices
Conozco a personas que no les dicen a sus hijos diariamente que les quieren “porque se acostumbran” al amor, que les enseñan la violencia y las guerras en las noticias para que sepan lo que es la vida, que no les dicen que son guapos porque creen que así crearán niños preocupados por su físico ( totalmente irracional, lo único que se hace con esto es ayudarles en su autoconocimiento y en su autoaceptación tal y como son: guapos para su madre, su padre y guapos para ellos mismos), que les castigan para que vean que todo en la vida tiene sus consecuencias, que les compran sólo un regalo por su cumpleaños para que aprendan el valor del dinero…
Todo esto me entristece. Y además, es incoherente e injusto.
Quiero ayudarte a abrir tu mente, a que te des cuenta de que lo que en realidad necesitan los niños no es esto, sino respeto y amor. Debes encontrar la estabilidad con la que en vuestra familia os sintáis equilibrados, tranquilos y felices, aceptando que no somos perfectos y que todos cometemos errores.
Pero sin olvidar tu objetivo: la felicidad de tus hijos ( y la tuya propia).
Cuando tu pareja te dice todos los días que te quiere ¿ te gusta, te reconforta, te hace feliz, te hace coger la vida con más fuerza?, o, por el contrario, ¿preferirías que te lo dijera una vez cada dos semanas para que supieras que el amor puede que algún día se acabe?.
Ver tales guerras, atrocidades, asesinatos, violencia, injusticias en los medios de comunicación; te aporta información sí, pero: ¿ es agradable para ti?, ¿no eres suficientemente adulto y consciente de todo lo que hay en el mundo y empatizas con quienes sufren?.
La vida no funciona por consecuencias, la vida funciona por motivación interior, gustos personales definidos, toma de decisiones propia, una buena gestión de las emociones, del conocimiento de uno mismo, integración de la empatia y la asertividad, etc. Si quieres integrar y conseguir todo esto en tus hijos, debes acompañarles y guiarles con la máxima coherencia y serenidad, sin juicios ni castigos.
¿Te molesta que un ser querido te diga que estás guapa?, o ¿te aporta un bienestar y una satisfacción que te hace sentir viva y bien?. ¿Por qué debemos pensar que nuestros hijos van a creer que en la vida sólo importa “el físico” por llamarles guapos?.
Darle mucho amor a nuestros hijos NUNCA es demasiado, el amor NUNCA sobra, el amor en grandes cantidades debería ser el día a día de todos y así muchos, no romperían la vida de otros.
Eso no significa que nuestros hijos crezcan en el libertinaje y en la permisividad total, ya que es igual de negativo no dejarles respirar con tu autoritarismo, como el ni siquiera preocuparte de si respiran con tu permisividad ( léase en metáfora). Los hijos necesitan equilibrio, necesitan sentir que sus padres, sus figuras principales de amor y de ejemplo, están ahí siempre: en lo bueno y en lo malo.
Los niños educados con respeto se preparan para la vida. Sí, una vida dura para muchos, una vida injusta para otros, una vida en la que hay desengaños, en la que se sufre, en la que es más importante el petróleo que el mar, en la que los políticos nos manejan como a títeres, en la que hay personas muriéndose de hambre y otras podrían darles de comer toda la vida sólo con una milésima parte de su fortuna…
Pero sí, educando con respeto a tus hijos, los prepararás para enfrentarse a una vida dura si tuvieran que hacerlo, para luchar por las injustícias sabiendo siempre de qué lado posicionarse, asimilando los desengaños como procesos de aprendizaje, siendo conscientes del sufrimiento y empatizando con los demás, para tener siempre sus derechos presentes, ayudar al prójimo cuando lo necesite y sobre todo…se preparan para una vida feliz.
Muchas personas piensan que en mi casa todo fluye genial, la verdad es que lo intentamos. Y mi hijo, que sólo tiene 4 años, no sólo es feliz y libre, sino extremadamente empático, tolerante, sociable, comprensivo, justo y amante de la vida. Seguiremos acompañándole por este camino como lo hacemos, porque sabemos que así llegará a ser el adulto que él mismo desea, porque le ayudamos a ser: quien él quiere ser.
Pero somos humanos, como todos, y tenemos nuestros momentos. Momentos en los que hay que respirar más profundo que de costumbre y momentos en los que tengo que repetirme mentalmente mis propias técnicas para que mi frustración o cansancio no nos juegue malas pasadas.
No soy una madre ni una educadora perfecta, pero lo importante, es que cada día tengo clara mi meta, mi objetivo, mi pasión. Y educar con respeto a mi hijo y ayudar a las familias a conseguirlo, es lo que a mi, me “prepara para la vida“.
Recuerda que si las palabras que les decimos a nuestros hijos son los cimientos de su propia personalidad, el amor que les demos durante su infancia, su juventud y durante toda su vida, es directamente proporcional a los adultos que serán. Así que, por favor, nunca pienses que es demasiado demostrarles mucho amor, admiración, respeto, consideración, ánimo y buenas palabras.
Y si alguna vez lo piensas, pregúntate si a ti cuando te ofrecen mucho amor ¿ te sobra o te reconforta?.
Muchas gracias por tu apoyo, es muy importante para mi. Recuerda compartirlo si te ha gustado 🙂
Un beso:
Fundadora de Edurespeta – Educadora Experta en Educación Respetuosa, Asesora Familiar y Escritora
ana dice
Grande Tania
Uriel dice
Gracias Ana 🙂
Isabel dice
¡Qué bonito!
Quiero que mis hijos sean felices y por ello me esfuerzo cada día.
Besos
Claudia dice
Gracias Tania, por hacernos ver la realidad. Cuando flaqueo me encanta leerte y que me devuelvas a la tierra.
Nora dice
Educar acompañando y guiando… totalmente de acuerdo. Mucho amor siempre, mil te quieres al día y mil bonitos al día… pero esto no está reñido con límites y regalar un solo regalo el día de su cumpleaños.
Educar supone esfuerzos, respeto y límites… aunque eduquemos con todo el amor del mundo.
Tania dice
y dónde se ha dicho que no haya que haber límites? ese el gran problema que tenemos como sociedad, que nos da miedo dar amor y apoyo a los hijos, en las buenas y en las malas, porque enseguida pensamos que estamos siendo permisivos. Educar respetando no está reñido con poner límites, pero unos límites realmente necesarios y basados en sus necesidades reales y evolutivas, no en las nuestras. Un abrazo