Son varias las ocasiones en las que las diferentes fases o etapas por las que pasan los niños, son catalogadas con términos que podrían pasar fácilmente por enfermedades.
Cuando los niños son pequeños y cogen diferentes virus, entre las madres suelen decir frases como: “- mi hijo me ha cogido todas las “itis” este año”, haciendo referencia a enfermedades tipo: gastroenteritis, otitis, faringitis, etc.
No obstante, hay una “itis” que se encuentra mal posicionada, y que NO, no es una enfermedad ni nada que deba ser tratada como tal. Os hablo de la conocida e incorrectamente llamada : “mamitis”. Con versiones tales como: – este niño está enmadrado o “mamitis aguditis”.
Hoy en día, hay muchísimas personas ( incluidos pediatras y profesionales) que siguen nombrando la “mamitis” como un período por el que pasan los niños, y además, hay infinidad de artículos en donde se dan consejos para superarla o “sobrellevarla”, con titulares como: “¿tu hijo sufre de mamitis?”, haciendo referencia, una vez más, a este fenómeno como si de un proceso vírico se tratara. La “mamitis”, se caracteriza ,básicamente, por:
- El niño o niña se siente angustiado si no se halla con su madre
- Está triste, llora o se enfada cuando se separa de ella
- Necesita de su madre para gestionar sus emociones
- Tiene inseguridad y frustración si no está junto a ella
Te pongo algunos ejemplos en los que las emociones de los niños son catalogadas como “mamitis” :
- Dejas a tu hijo en casa de tu madre porque tienes que ir a hacer unos recados, y él, aunque quiere mucho a su abuela, rompe a llorar y a gritar porque te vas. En este momento, la abuela dice : – Uy uy, qué mamitis tiene este niño.
- Estáis en el centro comercial, y tú decides ir a mirarte algo de ropa en una de las tiendas de enfrente. Tu hijo, aunque ama profundamente a su padre, llora porque quiere ir contigo. Cuando entras en la tienda, la cajera que ha visto la situación, te dice: – Ay, qué rico, ¡qué mamitis tiene!.
- Tienes que marcharte al trabajo, sales a toda prisa del coche y dejas a tu hija en la escuela infantil, ella, llora amargamente en la puerta en brazos de la educadora, la cual, no duda en decir: – tranquila, sólo tiene mamitis.
- Es bebé, llora mucho y sólo quiere estar en tus brazos, ahí están tus amigas para decirte: – Qué mamitis tiene este niño nena, se va acostumbrar y lo vas a llevar pegado todo el día.
Bien, la famosa “mamitis” no existe. Es algo tan natural y normal como el mismo nacimiento. El contacto estrecho y extremadamente unido de los primeros años de vida con nuestros hijos, es lo que en realidad les prepara para la vida y lo que hace que gestionen sus emociones correctamente.
Hay veces que por fuerza mayor, no podemos atender sus necesidades afectivas y ellos, tienen que pasar por esta separación injusta. Pero eso no quiere decir que tengan “mamitis”, simplemente que pasan por una situación emocional para la que no están preparados en ese momento. En este caso, intentemos recuperar cuando les volvamos a ver, el tiempo perdido. Otras veces, sí podemos evitar según que situaciones, y aunque, por ejemplo, tengan que ir su padre y él a esa tienda a acompañarte a mirar ropa y se pasen el rato corriendo entre los probadores, no le des ese disgusto innecesario.
El contacto estrecho y extremadamente unido de los primeros años de vida con nuestros hijos, es lo que en realidad les prepara para la vida y lo que hace que gestionen sus emociones correctamente
Querer estar con su madre, necesitar de su cariño y protección, de su seguridad y estima, de su comprensión y cariño, NO se llama “mamitis”, simplemente se llama AMOR y afecto, y es lo que necesitan.
En ocasiones, puedes sentirte agobiada o saturada si tu hijo te demanda demasiado, por ello, puedes buscar alternativas para gestionarte mejor: grupos de apoyo para sentirte acompañada, formaciones para aprender diferentes maneras de comunicarte con tu hijo, tiempo para ti misma y poder liberar el estrés, etc. Pero entiende que es un proceso natural del ser humano, que todos los niños pasan por aquí y acompañarlos desde el respeto, la empatía y el amor, son la clave para que no sufran y, por tanto, monten los cimientos de su propia autoestima correctamente.
Haz oídos sordos cuando alguien te diga que tu hijo tiene “mamitis”, ya que ahora sabes que: 1. No es ninguna “enfermedad”, 2. Es totalmente normal que tu hijo requiera de ti, 3. Lo natural y óptimo es que atiendas sus necesidades: físicas y emocionales.
Recuerda que: “malcriar a un hijo no es darle todo el amor y cariño que necesita, sino es hacer precisamente lo contrario ( no dárselo)”.
Muchas gracias por las palabras de agradecimiento que me dais, todas me sirven para seguir ayudándoos día tras día.
Un abrazo:
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Fundadora de Edurespeta, Escritora, Especialista en Educación basada en el respeto, la empatía, el acompañamiento emocional®, el amor, la lógica y la evidencia científica, creadora de la Educación Real®, Educadora y Formadora de familias y profesionales.
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karol dice
Tania!muchas gracias por tus palabras!la verdad es que ser madre nadie dijo que fuera facil pero es tan bonito….es sorprendente, y hablo por mi misma, del desconocimiento que hay sobre algo tan natural…..si utilizáramos mas nuestra lógica y el sentido común, todo iría mejor!
Gracias de nuevo por tus palabras!
Uriel dice
De nada guapa, para eso estamos 😉 Para acercar el respeto a las vidas de las familias…en realidad es lo natural y normal. Un beso y ¡GRACIAS!
Mari dice
que agradable post, es como para que una mamá cansada de que la critiquen y prejuzguen de sobreprtectora con esta dichosa palabra se espabile y siga continuando con su labor pacienciosa. me parece interesante lo del grupo de alta demanda que mencionas, no sé si mi hija lo sea pero a veces es bastante el tiempo que demanda, lástima que viva en otro continente.
Uriel dice
Hola Mari, me alegro de que te haya gustado y te hayas sentido bien. En http://www.crianzadealtademanda.com tienes una comunidad on line. También, puedes apuntarte a la nuestra, que también es on line. Un abrazo 😉 Tania
Natalia dice
¿Y cuándo suele darse esa etapa en los niños? Mi hija sólo tiene 5 meses y medio y ya llevamos así más de un mes.
Patry dice
Hola
Estoy completamente de acuerdo con lo que dices, los niños/as no tienen manitis ni estan acostumbrados al colo, simplemente es la manera q tienen de forjar una seguridad q en el futuro serán niños/as sanos psicológicamente, pq está comprobado q los niños/as que reciben seguridad y apoyo de su figura de apego serán niños seguros.
Soy educadora infantil y tengo que decir que es algo que estamos luchando con muchos padres e incluso con algún personal docente pero tengo que correguirte en una cosa pq de verdad que es otro cosa de las que mucha gente esta equivocada, en la actualidad para designar los centros de atención a niños/as de 0-3 años no se utiliza guarderías, sinó escuelas infantiles, ya que la mayor parte de los centros a parte de una labor asistencial, realizamos labores educativas y la verdad es a mi personalmente me gusta más la nomenclatura.
Disculpa por la correpción pero tenía que hacerlo jaja.
Por el resto felicidades porque está muy bien explicado.
Un saludo
Belen dice
Mi hijo superó esa etapa más o menos cuando nació su hermana, sobre los 4 años, pero su hermana que ahora tiene 5 todavía sigue en esa etapa. No es que llore, pero si que protesta porque no quiere que la deje y yo me vaya ( a trabajar o a salir un rato).
AsemAs los dos son mucho de que todo lo haga mamá, y el padre es el que me dice y les dice que tienen mamitis…a veces el se ofrece para hacer cosas (cepillar los dientes por ejemplo) y ellos, sobretodo la pequeña, le dicen tú no mamá.
Tania dice
Sí tienes razón 🙂 yo también trabajé en ellas muchos años y es cierto que nombrarla correctamente sería Escuela Infantil, ahora mismo lo cambio. No obstante, toda escuela llamada escuela, debería saber que los niños/as necesitan llorar a sus madres y ser acompañados emocionalmente en su llanto. Me alegra que te guste el artículo y compartas sus ideas. Abrazos