Muchas personas creen que todos los que educamos con respeto dejamos hacer a los niños a sus anchas y pasamos de educarles. Sin límites, ni organización.
He calificado el término con el que suelen llamarnos como “happy flower”, aunque en realidad lo dicen de varias maneras: “hippies”, “pasotas”, “happys”, “anárquicos”, etc.
En fin, nada más lejos de la realidad que eso. Lo único que hacemos cuando utilizamos la educación respetuosa como prioritaria en la educación de nuestros hijos,es respetar.
Claro que nos enfadamos, claro que tenemos momentos en los que la paciencia se agota, claro que la ira se deja ver y claro que nuestros hijos nos ponen nerviosos de vez en cuando ( igual que nosotros a ellos). Pero eso no quiere decir que para demostrarles nuestro enfado o el camino correcto, tengamos que faltarles el respeto, más o menos así: “ya sabes quien manda aquí, ¡venga a la ducha!”, “lávate los dientes o mañana no vas a entrenar”, “haz los deberes de una vez ¡qué pareces tonto!” ,y así, una larga lista de momentos irrespetuosos que no hacen absolutamente nada bueno, ni para nuestros hijos, ni para nosotros.
Muchos padres me preguntan,por ejemplo: “pero Tania, si le ha dicho “cabrón” a su hermano por perder contra él una partida a la nintendo, y sólo tiene 8 años,¿qué hacemos?¿no le castigamos?¿le reímos la gracia?”. No, por supuesto que no, no hay que reírse ni dejar que eso pase, pero quizás deberíamos empezar por no decir palabrotas en casa. Simplemente, él sabe que es una palabra malsonante que se le dice a alguien cuando uno está enfadado, y la dice. Por otro, quizás dejar de fomentar la competitividad en los juegos y comprar juegos más sociales y con los que cooperen entre ellos. Y si hay competitividad, enseñarles los valores del juego limpio y de la tolerancia tanto a ganar como a perder. También, hablar con los dos y saber qué ha pasado, no poner culpables, no consolar a uno y enfadarse con el otro, dialogar con ellos y expresar nuestra tristeza ante ello. Pedir que no se vuelva a repetir y abrazarles. Con estos simples pasos, fomentaremos un buen ambiente en casa y una seguridad en nuestros hijos que hará que dejen estas aptitudes irrespetuosas.
El respeto sólo se consigue respetando
Hay veces que sólo hay que valorar las situaciones y elegir qué acción toca en cada momento. Pero nunca perder el respeto.
Por ejemplo, algo que pasa mucho, es cuando váis a comer fuera, ellos quizás tienen predilección por un sitio concreto. Bien, pues no creemos un conflicto, si no queremos ir allí porque no nos gusta a nivel de salud, pues antes de salir, elegís entre todos el lugar, y explicáis que ese sitio ensucia el estómago mucho y que para ese día, no puede ser una de las opciones. Lo entenderán y elegirán otro tranquilamente. No hace falta que les llevemos a la fuerza a otro sitio, enfadados, gritándoles, diciendo eso de : “¡qué hartos nos tienes!” o “con este niño no se puede salir a ningún sitio”. Sólo tendremos que incluirlos en la toma de decisiones familiares.
Te voy a poner ejemplos en los que me llamaron “hippie” y en los que yo defendí mi postura. Hace unos días, en la playa, mi hijo se rebozaba como una croqueta y ya nos íbamos. Un familiar dijo “pero Tania ríñele, se está manchando otra vez y ya nos vamos”, ” ah no claro, que tú eres una hippie”. Vamos a ver, si tengo la ducha a un metro y ropita limpia, ¿qué importancia tiene que se reboce? es cuestión de valorar las cosas como son y que las situaciones de lo más normal para con los niños, no se conviertan en un conflicto sin sentido.
Hace unos meses, estábamos preparando la comida en casa de mi madre y mi hijo estaba llamándola “Ita” “Ita” “Ita”, súper nervioso por enseñarle algo. Una conocida, de no más de 35 años que andaba por allí dijo: – “Uriel, estamos hablando ¿es que nunca te han dado un azote?”. Lógicamente, aparecí yo y dije: – no, ni nunca se lo han dado ni se lo darán. ¿Pegar a un niño por querer hablar con su abuelita? Es corrosivo e ilógico. Podemos decirle de muchas maneras que espere un momento, o lo que es mejor, escucharle y luego seguir con nuestra conversación.
Respetar a las personas debe ser prioritario entre nosotros, de igual modo que no insultamos ni damos azotes a nuestras parejas, madres o amigos, tampoco lo hagamos con nuestros hijos.
Por todo esto y mucho más……
¡Muchas gracias por la lectura y la confianza!
Fundadora de Edurespeta – Educadora Experta en Educación Respetuosa – Asesora Familiar – Escritora
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Clara dice
Totalmente de acuerdo!!! Nosotr@s no tachamos a nadie de nada…. que no lo hagan con nosotr@s! un abrazo.
Uriel dice
Exacto 😉 Muchas gracias!!
jaione dice
No puedo estar mas de acuerdo!!! Un post genial!!!
Uriel dice
Muchas gracias guapa 😉
rosie dice
Que buen articulo! Siempre leo sobre crianza respetuosa pero a veces en los casos practicos te pregntas, y como se come esto? Jejeje creo q es la primera vez que veo ejemplos practicos… ojala pudieras seguir dando tips sobre situaciones de la vida cotidiana como cuando saltan en la cama, gritan etc. un gran saludo!
Uriel dice
Muchísimas gracias guapa 😉 Esa es la idea, enfocarlo desde ejemplos prácticos que os ayuden a ver las cosas claras. Un abrazo.Tania
Lilmis dice
Hay tantos gritos, insultos y desprecio a los niños por su propia familia como algo muy normal y comùn…
Muchas gracias por tu trabajo Tania 😘😘😘