A veces nos olvidamos de lo realmente importante en la vida: disfrutarla.
Quisiera preguntarte: ¿-Para qué has tenido hijos?, elige por favor una de estas opciones:
a) Vivir a 1000 por hora entre gritos, rutinas, normas y prisas
b) Vivir disfrutando de cada instante junto a ellos
Seguramente elijas la segunda opción. Y, seguramente, también pensarás que la vida no es blanco o negro, que hay matices. Claro, la vida está llena de matices, de días buenos, días malos, momentos buenos y momentos malos.
Lo que pasa, es que la vida es corta, muy corta. Y muchas familias no se dan cuenta de que se pasan toda la infancia de sus hijos pensando en el futuro (en lo bien educados que estarán, en la carrera tan completa que realizarán, en la pareja tan buena que tendrán…) en vez de centrarse en el momento presente.
Para disfrutar de tus hijos y ellos de ti hay que seguir 3 pasos básicos:
- Tener claro el objetivo: nuestra principal meta es que nuestros hijos sean felices. Pero no queremos sólo que sean felices en un futuro, siendo responsables y respetuosos con ellos mismos y con los demás, sino que también queremos que sean felices AHORA, en el presente. Para ser felices, los niños necesitan ser tratados, entre otros, con respeto, con amor y serenidad . Por ejemplo, si no pasas ni 10 minutos al día con tus hijos para compartir y para jugar tranquilamente, sin prisas, sin rutinas, sin reproches…es que estás perdiendo de vista el objetivo. Ya que para que los niños sean felices necesitan esta compañía de sus padres como si fuera alimento.
- Valorar las prioridades: no hay que ofuscarse con objetivos lejanos, ni preocuparse por normas estrictas. Tienes que valorar qué es lo más importante para tu familia aquí y ahora. A qué hay que darle importancia y a qué no y cómo acompañar emocionalmente a tus hijos de manera óptima. Es decir, si tu hijo ha suspendido un examen y os engrescáis en gritos, discusiones y en darle demasiada importancia a este hecho, os alejáis de las prioridades. ¿ Es tan importante este examen?, ¿ de verdad le forma como persona, en verdad le ayuda a ser feliz?. Dialóga, apoya, comprende, respeta a tu hijo. Si quieres que al siguiente apruebe, muéstrale tu mejor cara, empatiza y motiva; si en realidad no es para tanto, charlad sobre ello con naturalidad, y “a otra cosa mariposa”. No hay que darle a ciertas cosas la importancia que no merecen, y en cambio sí dárselas a las que sí lo merecen.
- Recordarse cada día el amor que se siente por ellos: en el ritmo frenético de vida que llevan muchos padres, no paran a escucharse a sí mismos diariamente. Es necesario parar, escuchar y repetirse a uno mismo el amor tan grande que siente por sus hijos. Muchas veces puede invadirte la ira , el cansancio, la frustración…y recordar, en ese instante, el amor que sientes por ellos, y lo importante que es que ellos lo sepan, hará que estas sensaciones se vayan y puedas ver la vida de otra manera.
Parece que la típica frase “a vivir que son dos días”, la llevamos a cabo en otros ámbitos, pero no con nuestros propios hijos.
Los años pasan volando, la vida, pasa volando. Por favor, no pierdas la oportunidad de disfrutar de cada etapa de tus hijos y de todos los momentos (buenos y no tan buenos). Porque TODO vale la pena, porque TODO es un aprendizaje y porque nuestros hijos: se merecen TODO.
Un beso y gracias
Fundadora de Edurespeta, Escritora, Especialista en Educación basada en el respeto, la empatía, el acompañamiento emocional®, el amor, la lógica y la evidencia científica, creadora de la Educación Real®, Educadora y Formadora de familias y profesionales.
©