Parece increíble, pero, por desgracia: es cierto. En el siglo en el que estamos y la violencia hacia los niños sigue integrada en la sociedad.
Hay muchos tipos de violencia. Gritar, castigar, humillar, insultar, amenazar, culpar, chantajear…a los hijos, es violencia psicológica. Porque igual que no aceptamos este trato de adulto a adulto en ningún caso, tampoco deberíamos aceptarlo de adulto a niño.
Por ejemplo, vas a un centro comercial y ves a un hombre hablando sin respeto a otro, insultándole y abusando de la violencia verbal; esto, te pondría mal cuerpo e incluso tomarías medidas, pero, si por el contrario, en el mismo centro comercial, ves a un padre hablando mal a su hijo, en un tono desagradable y estirándole del brazo, porque el niño quiere un juguete y el padre no se lo compra, parece normal, parece corriente ,que “ponga orden”, “marque al niño”. Y yo me pregunto: ¿- estamos locos?.
Pero hoy, no quiero centrarme en la violencia psicológica para con los niños, quiero centrarme en la física.
Hay muchos padres que piensan que si no pegan “palizas” a sus hijos, no están utilizando la violencia física y además, se justifican en ello. Es decir, se sienten incluso bien porque “únicamente” dan cachetes cuando es “debido”, o una colleja cuando los niños lo “merecen”.
Bien, todo esto es totalmente erróneo. Pegar a un hijo, utilizar la violencia física con él, abusar de la fuerza adulta y de la autoridad que, como padres, creen tener, no es sólo pegar un “cachete en el culo”, es precisamente ir a hacer daño, saber que les van a causar dolor, y calman su ira y su frustración adulta con sus hijos.
Algunos ejemplos de violencia física son:
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- Dar pellizcos ( no jugando)
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- Empujar, sabiendo que lo haces
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- Estirar del brazo y/o agarrar fuerte
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- Vestirles de manera violenta
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- Dar una torta, bofetada, cachete o similares para obtener lo que se quiere o por algún otro motivo
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- Estirar del pelo
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- Apretar alguna parte de su cuerpo
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- Dar con algún objeto
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- Obligar a hacer algo por la fuerza
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Esto no es sólo corrosivo para los hijos, sino que además: es ilegal. Sí, sí, puede que tal y como está la ley te parezca algo absurdo, pero es que es una realidad, que si este tipo de conductas, se las haces a otra persona adulta, lo más seguro es que ésta te denuncie.
¿ Por qué se abusa así de los niños, de los hijos?. ¿ Quiénes se creen que son los padres para hacer esto?
Entiendo los momentos de frustración adulta, de falta de paciencia, de cansancio, de estrés…pero NADA justifica una actitud así.
Hoy quiero darte 6 motivos por los que NO debes utilizar la violencia física con tus hijos, y aunque parecen evidentes, quiero explicarte uno por uno para ayudarte a reflexionar:
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- Provoca miedo y sumisión: no estás educando, estás provocando miedo a tus hijos. Los niños, en esta situación, no hacen las cosas movidos por su interior ni porque integren las cosas buenas o malas, lo que deben mejorar y lo que no, lo que la vida les aporta y lo que no…sólo se guían por miedo. Imagínate que está hablando el niño: –Si quiero un juguete nuevo y expreso como me siento porque no me lo compran; se enfadan y me hacen daño, si estoy cansado y lloro de agotamiento; me hacen daño, si pego a mi hermano porque ha acabado antes el puzzle y me hubiese gustado hacerlo a mi, me regañan haciéndome daño. Y todo esto, genera miedo y ansiedad. También, sumisión. Ellos integran así, que hay que seguir al más fuerte, que hay que aceptar lo que te digan sin poder expresarte, porque si lo haces: te hacen daño. Luego hay padres que se quejan de que sus hijos adolescentes, se dejan influenciar por los demás, toman drogas, van dando tumbos sin saber de dónde vienen y a dónde van…pues sí, esto se fomenta utilizando la violencia como vehículo para educar.
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- Genera falta de autoestima y desconfianza: si hacemos daño a nuestros hijos, es que no les valoramos como personas, no respetamos su integridad física ni emocional. Si nosotros no les valoramos…¿cómo van a valorarse ellos?. El no quererse a uno mismo es una de las mayores dificultades con la que nos podemos encontrar. ¿No somos conscientes de que no se educa a golpes?, ¿ no nos damos cuenta de que el dolor causa dolor y consecuencias negativas?. Si quieres a un hijo que se quiera: no le pegues ni cachetes ni tortas ni nada, no le pellizques, no le agarres fuerte, no le estires del pelo…no hagas nada que si te hicieran a ti pararías ipso facto. Por otra parte, hacer daño solo te alejará, cada vez más, de tus hijos. No podrán instaurar la confianza en ti, porque tú no se la das. ¿Confiarías en alguien que te hace daño?, ¿ te daría confianza un jefe que te da una bofetada por no haber conseguido los objetivos laborales?. La desconfianza separa y además, produce más desconfianza. Nunca confiarán tus hijos en ti, y tampoco aprenderán a confiar en los demás, vivirán inseguros y sin autoestima durante toda su infancia/adolescencia e incluso durante toda su vida, a no ser que ellos mismos, más adelante, realicen un trabajo de autoconocimiento, reflexión y perdón para aprender a quererse ( y a veces ni con eso).
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- Da un mal ejemplo: lógicamente, si pegas a tus hijos, esto es lo que estás enseñando. Me faltan dedos en la mano para contar las veces en las que he visto madres/padres pegar a uno de sus hijos porque éste había pegado a su hermano. ¿Qué enseñas si solucionas los conflictos con tus hijos y/o dificultades entre hermanos mediante la violencia?. ¡Exactamente!, enseñas violencia. No esperes que tus hijos no sean violentos con sus hermanos, amigos, primos cuando ni siquiera tú sabes contener la violencia con ellos, no esperes que no sean violentos con sus novias/os al llegar a la vida adulta cuando ni siquiera tú has sabido contener la violencia con ellos, no esperes que no sean violentos contigo si ni siquiera tú has sabido no ser violento/a con ellos.
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- Duele: esto es quizás, lo más evidente. Pero a veces, incluso parece que los padres son conscientes de que les hacen daño y se regocijan en ello. Es triste, es una realidad difícil de digerir, pero es así. Les pegan sabiendo que les hacen daño, que así consiguen lo que quieren o, les dan “su merecido”. No nos damos cuenta que esto es MALTRATO, sí. Porque, en el caso de la violencia de género ( enfocado a una mujer, por ejemplo), si se le grita, se le obliga a hacer lo que no quiere, se le pega una bofetada, se le estira del pelo…SÍ lo llamamos maltrato. Y en el caso de los niños, parece que esté justificado. El dolor es lo que evitamos durante toda nuestra vida, tanto el físico como el emocional. Siempre procuramos sentirnos bien y no tener dolor…entonces ¿por qué causar dolor a los hijos?. ¿No crees que deberías reeducarte, relajarte, empatizar con ellos y vivir la vida de otra manera?, ¿ no crees que deberías pensar que no hay que causar dolor a un hijo para guiarle y orientarle en la vida?.
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- Priva de la libertad: sí, utilizar la violencia física ( y psicológica) con los hijos, les priva de encontrar su propia libertad, su propio yo. No se les da la oportunidad de conocerse a sí mismos: qué les gusta y que no, qué les parece correcto y que no, qué quieren y que no, porque sólo se les impone, se les exige mediante actos violentos e incoherentes.
- Es injusto: ¡qué injusticia!, pensamos todos cuando vemos casos de violencia de género, ¡qué injusticia!, cuando vemos casos de peleas nocturnas y jóvenes heridos e incluso muertos…¡ qué niño más malo!, se suele decir cuando un niño “no hace caso” a sus padres y acaban yendo hacia él y llevándoselo por la fuerza. No reflexionamos sobre esto, no nos quitamos la venda de los ojos y,por lo tanto, no valoramos, con sinceridad, que también es tremendamente injusto. Que los niños tienen derechos, y entre ellos, el ser respetados como cualquier ser humano y/o ser vivo. Y que para aprender a caminar por la vida, tienen que sentirse apoyados, protegidos y reconfortados, no sentir totalmente lo contrario.
A los niños NO se les pega bajo NINGUNA circunstancia
Si no puedes controlarte, debes formarte, debes cambiar, debes pensar en el bienestar de tus hijos y en el tuyo propio, ABRE LOS OJOS, NO se hace JAMÁS.
Puede que pienses que a veces hay que “marcarles” con amor, darles un manotazo cuando sea necesario, ser fuertes ante ellos para que no te tomen el pelo…si tu opinión es esta,es que tienes una idea muy equivocada y errónea de lo que es un niño y de sus necesidades. Y además, seguro que te han educado bajo estas premisas y tu propia personalidad ha crecido en un mundo que en realidad, no es el que quieres, porque seguro que a ti, te hubiese gustado que te respetaran cuando eras niño, porque eso es lo primero que los padres nos deben ofrecer: RESPETO.
La infelicidad de los niños tiene que ver con alguna de sus necesidades básicas no cubiertas: alimento, sueño, seguridad y afecto. Y educando con violencia, la seguridad y el afecto, están totalmente desaparecidos, los hijos, por tanto, son infelices, aunque ni siquiera sean conscientes de ello.
Un abrazo, GRACIAS por la lectura y no olvides compartir el artículo si crees que puede ayudar a los niños y a sus padres <3
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Fundadora de Edurespeta, Escritora, Especialista en Educación basada en el respeto, la coherencia y la evidencia científica, Educadora, y Asesora – Formadora de familias y profesionales.
Judit dice
Sali de un grupo de madres de Fb por sacar el tema como debate y al final vi que eramos una minoría las que estábamos en contra de la violencia. Encima acabé mal parada porque dijeron que insinuaba que eran maltratadoras y que yo vivía en un mundo de purpurina.
Intenté que me explicaran dónde estaba el límite entre cachete y paliza y nadie se puso de acuerdo.
Hasta insinuaron que a los niños que no se les pega, al no tener límites, son esos a los que después no puedes controlar y te arrepientes de no haberles dado un cachete a tiempo.
La verdad es que creía que hoy en día no había tanta violencia hacia los niños y menos que hubiera gente que presumiera de ello.