Nuestra sociedad está bastante corrompida y confundimos unas ideas con otras y unos conceptos con otros sin pararnos a pensar en lo que eso supone.
Algo muy común es pensar que nuestros hijos tienen que respetarnos y obedecernos siempre, sin tener en cuenta que la obediencia ciega y el respeto sin que sea recíproco, es solamente MIEDO.
Ayer en el banco mientras pagaba un recibo, observé en la otra caja a una madre con sus hijos(un niño de unos 6 años y una niña de unos 8). Ella hablaba con el trabajador del banco de los ingresos que iba a realizar y su hijo le dijo un par de veces “mamá” estirándole suavemente de la camiseta. Ella se giró y le dio una bofetada en la cara y le dijo: -“Respétame, estoy hablando con el chico”….¿Entiendes a lo que me refiero, verdad?
Hoy te traigo cuatro consejos clave para NO confundir el respeto con el miedo y evitar que en tu casa haya temor, en vez de respeto:
- Toma de decisiones conjunta: es importante tener en cuenta a nuestros hijos a la hora de tomar decisiones. Naturalmente, no le vamos a hacer partícipes de si pedir o no un préstamo para poder hacer frente a nuestros pagos, pero sí, de lo que se come o no ese día, de qué parque escoger para ir a jugar, qué ropa ponerse,etc. Las decisiones tomadas únicamente por los padres, hacen que nuestros hijos no puedan participar abierta y libremente en la familia, y obedezcan ciegamente a lo que sus padres digan o hagan, funcionan por obediencia y miedo, no por lo que desean en realidad. También, si no ayudamos a nuestros hijos a que tomen decisiones durante su infancia, difícilmente podemos pretender que en la adolescencia las tomen de manera autónoma así como también, en su vida adulta.
- No amenazar: cuando amenazamos, pretendemos causar el miedo a otra persona quitándole o no dándole algo que quiere, o también, con una consecuencia que va a sufrir si no actúa como deseamos. ¿Qué injusto,no? Las típicas amenazas de: – como no te lo comas todo, no verás la tele en una semana./ – como no dejes de llorar en el coche, te dejo aquí en medio de la carretera. / – cómete el bocadillo o si no, nos iremos del parque. Ésto, por supuesto, crea ansiedad y desconfianza constante. Además, los niños acaban asumiendo que los padres son unos mentirosos, porque instalan el miedo con la amenaza y hacen sentir ansiedad, pero la mayoría de las veces ni cumplen lo que hacen. No significa, entonces, que debamos cumplirlas, sino que simplemente no sirven para nada y sólo causan estrés a ambas partes.
Cada palabra, cada frase y cada gesto con nuestros hijos es un aprendizaje. No amenaces, dialoga
- Los adultos NO son más que los niños: es muy común creer que los adultos son más o mejores que los niños por ser mayores o saber más de la vida. Pero esto no tiene nada de cierto. Nosotros sólo somos los encargados de guiarles y acompañarles en el camino, enseñarles todo lo que sabemos y que consigan la libertad y la felicidad completa. Es necesario tratar a los niños con igual importancia con la que tratamos a los adultos y prestarles la atención que necesitan ( como haríamos con cualquier persona de nuestro entorno).
- Sentido común: lo que no te gustaría que te hicieran, NO se lo hagas a tus hijos. Si a ti no te gustaría que te quitaran el mejor momento de tu serie favorita para que te vayas a dormir por que madrugas, no se lo hagas tú a tus hijos, háblalo y espera a que acabe ese gran momento de la serie, no va a pasar nada. Deja de sembrar miedo, y siembra amor y comprensión.
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Como ves, los pasos a seguir son sencillos y no pasar del respeto al miedo es fácil, aunque conlleve un trabajo, si los llevas a cabo.
Para terminar, te dejo este práctico ejercicio: Imagina que la siguiente frase te la dicen tus hijos, te piden que por favor les dejes ser ellos mismos, que les acompañes sin enfados ni juicios. Y tú, decides dejarte llevar, olvidar los patrones adquiridos y dar una oportunidad a una nueva manera de comunicarte con ellos.
Te sorprenderás de como llegan a ser y de la empatía intrínseca que hay en ellos.
Un beso y GRACIAS por tu lectura.
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Fundadora de Edurespeta, Especialista en Educación basada en el respeto, la coherencia y la evidencia científica, Educadora, Asesora – Formadora de familias y profesionales, y Escritora
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noelia dice
Me ha gustado mucho tu articulo, pues precisamente asi estoy criando a mi hijo de 17 meses. Lo que comentas es para mi de sentido comun. Pero desgraciadamente no todo el mundo lo ve asi. El tema de las amenazas (lo odio), no es lo mismo decir: como no te sientes en el carro no hay parque! Que decirle: cariño mama esta cansada,sientate un poquito y cuando lleguemos al parque mama te baja para que juegues.con un poco de paciencia esta tecnica funciona! Por cierto no me gusta nada la tipica frase de : A que llamo a tu padre! Creo que los niños tienen que respetar y confiar en sus tutores (ya sea padre, madre,etc…) por igual. Saludos!
Uriel dice
Hola Noelia, me alegro que te haya gustado el artículo 😉 Muchas veces creemos que nuestros hijos nos tienen que respetar teniéndonos miedo, pero eso es falso. Del tema que comentas ( del machismo y diferentes autoridades con las padres)hablaremos pronto en un artículo sobre ello. Un abrazo 😉
noelia dice
Totalmente de acuerdo.El miedo no educa, domestica. Gran descubrimiento el haberte conocido. Seguire tus articulos. Saludos!
Uriel dice
Muchísimas gracias 😉 Te animo a suscribirte y recibir gratis: “5 claves imprescindibles para resolver los conflictos con tus hijo, de manera respetuosa”. https://www.edurespeta.com/ Un beso.
Rodolfo Nestor Huerta dice
Hola soy nestor y estoy triste , tengo un caracter fuerte y todo lo q pusiste q mo hay q hacer lo hice sembre el miedo en el , inconcientemente me amparo diciendo q es lo mejor para el , hoy tiene 17 años y veo aumq no lo puedo dijerir odio en su mirada , un cambio de caracter total , nose como actuar con el , q lo guie le compre de todo lo mas caro no sirvio d nada , hoy estamos mas alejado q nunca , ambos procedimos mal , saludos.