¿ Alguna vez has pensado que tu hijo es tu enemigo?, ¿ que te toma el pelo o te torea?
Si es que sí, es normal en cierto modo que lo pienses, ya que la sociedad se ha ocupado de hacerte creer que los niños son así: manipulativos, tiranos, interesados, malos, etc.
Pero esta NO es la realidad.
Los niños son personas, personas en crecimiento, en evolución, que necesitan de ti para aprender de la vida e integrarse en la sociedad de manera correcta. Conociéndose y respetándose a sí mismos y a los demás.
Tu hijo no es tu enemigo, tu hijo es una persona igual que tú.
Es muy importante que dejes de creerte superior por el hecho de ser su madre/padre. En muchas ocasiones, se comete el error de tratarlos como si fueran inferiores, como si no entendieran nada, como si sus sentimientos y emociones fueran insignificantes y hubiera que pasarlas por alto. Nadie es inferior a nadie, y tus hijos menos.
Hoy quiero ofrecerte 5 herramientas claves para mejorar la relación con tus hijos. Si te comprometes y llevas a cabo, notarás una evolución significativa:
- Comprensión: hasta que no te quites la venda de los ojos, y sigas pensando que tus hijos son enemigos que conspiran contra tu bienestar, no vas a poder avanzar. Así que lo más básico es que COMPRENDAS e INTEGRES que son básicamente eso: tus hijos. Y, que, como niños, tienen que hacer cosas de niños: moverse, correr, gritar, saltar, llorar, imitar, JUGAR, etc. Comprende a tus hijos en todo momento y tu vida ( y la suya), cambiará a mejor.
- Controla tus emociones: sí, cuando pienses que tus hijos hacen lo que quieren, que lloran para llamar la atención, que son unos pesados…REFLEXIONA y OBSÉRVATE. ¿Es necesario llenarse de ira y de rabia por un comportamiento que consideras que tu hijo ha realizado de manera incorrecta? Nunca sabemos cuando será nuestro último día, ¿de verdad quieres discutir con tus hijos diariamente?, ¿es cierto que quieres que te recuerden chillando, atacada/o de los nervios sin saber llevar la situación? Es muy importante que trabajes sobre tus propias emociones y lo que experimentas al sentirlas, para poder avanzar y educar con el corazón y no con la rabia.
- Habla con ellos mucho y escúchalos: la comunicación es muy importante. De hecho, así funcionamos los humanos, mediante la comunicación: verbal y no verbal. Habla con tus hijos todos los días, mostrando un gran interés por lo que dicen y caracterizándose vuestro diálogo por la comprensión, sin juicios ni etiquetas. Tienes que intentar sacar tiempo para ello y dejarte llevar en estas conversaciones, por el corazón y no por las prisas y/o rutinas.
- Abrazos y besos: todo el mundo necesita contacto físico, es una manera más de comunicarnos y de sentir que los que nos quieren, están ahí. Nunca pienses que los besos, abrazos, carícias, etc., son negativos para tus hijos: al contrario, los necesitan. No prives a tus hijos de esto…NUNCA.
- Aprende a diferenciar lo importante de lo que no lo es: que tu hijo salte en el sofá no es importante. Que tenga una relación familiar basada en los gritos por parte de sus padres sí lo es. Que tu hija no quiera lavarse los dientes no es importante. Que la castigues por ello sí lo es. Y así, un largo etcétera. Debes conocer muy bien las cosas que son de niños y comprenderlas para poder diferenciar entre lo verdaderamente importante a la hora de educar, de lo que no lo es.
Puede resultarte difícil en un principio, o si estás en el camino, a veces, quizás, se te hace un poco cuesta arriba. Pero te aseguro que progresivamente, todo se irá volviendo natural, normal y fácil.
Acompañando a tus hijos en todas las situaciones, en los buenos y malos momentos, no solo se harán libres, responsables, respetuosos, con una buena autoestima y un buen autoconocimiento, así como fieles a sus ideales…sino que además, lograrán ser verdaderamente FELICES.
Tú puedes hacerlo, confío en que lucharás para que así sea.
Un abrazo afectuoso y gracias por la lectura:
Fundadora de Edurespeta, Experta en Educación Respetuosa, Asesora Familiar y Escritora
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